Cubierta del serial. Aun tras la muerte, la necesidad de luchar por Valhalla sigue imprimiendo pasión en sus habitantes |
Pues que espero que mientras redacto y
publico esta entrada siga vivo, bien y productivo, que no sea una de esas
repentinas (o no tanto; recordemos el óbito de JUAN GIMÉNEZ, que pasó
inadvertido por mor del encierro de la plaga) pérdidas, como la relativamente
reciente del incombustible MAX VON SIDOW, que parecía nunca caería. Y ya ves.
El surtido delta de publicaciones, sus
mareas y modas, me ha permitido descubrir un significativo hecho sobre el
dibujante-guionista de la firma de dinosaurio: su perseverancia
constante/fiel/leal a una específica idea creativa, mantenida pienso que desde
que es de las Grandes Firmas y puede permitirse escoger títulos. Cuando la debacle
de Marvel, producto de la airada
salida de todas sus Primeras Figuras, y génesis de Dark Horse o Image,
independientes donde publicaron sus paridas creativas (con alguna valiosa
excepción —HELLBOY—), Simonson seguía
dibujando THOR en su, si no la más,
fresca, imaginativa, emocionante y vibrante de sus sagas. ¿Su éxito? Mantenerse
en el precepto de fantasía y sencilla evasión de calidad que había hecho
florido y florecer al género. Aplicó dichos conceptos a ORIÓN, de DC Comics, aunque
esta iniciativa pinchó.
Lo último que le he leído es RAGNAROK, donde “se reencuentra” con
Thor aunque después del Apoqueclipse Asgardiano y toda su construcción mitológica.
Y sigue en su línea, que sabe funciona y atrae a lectores, como vuestro Scriptor. Porque sabemos
encontraremos un poso más/menos grande de calidad, de fuerte trazo épico, fortalecido
por su experiencia de años en la veleidosa industria (ahora emponzoñada por los
inclusivismos
y demás mariconadas)
que le permite y capacita como un buen, a momentos, brillante narrador, más
gráfico que literario.
El tónico estilo de SIMONSON en su actual plenitud |
La CONSTANCIA destaco de Simonson. Su
impermeabilidad a caprichitos femirulistas y afeminadistas,
porque seguro por instinto sabe que esto son perniciosas modas que, como la deconstrucción
(cómo ODIO esa palabra) del superhéroe, iniciada por ALAN
MOORE (pese a que su intención fuese contar sólo una historia menos glamourosa
de esos personajes), pasará en algún momento (cuanto antes, ¡mejor!), dejando
con el culo (roto) al aire a más de uno que va de sensible con las chorradas de
las egoístas (¿o acaso fascistas, por su intolerancia hacia las mayorías?)
minorías… que ni leen, o ven, estas horteradas hechas a su caprichosa medida.
Tienen cosas más importantes que demoler, y perder su valioso tiempo con chiquilladas
no consta en su deconstructiva agenda.
Siga usted bien y dibujando como hasta ahora, Maese Simonson. Inspira su ejemplo.