miércoles, 31 de octubre de 2012

SAMAIN — ALIAS HALLOWEEN


Posado para la fecha
Halloween, Samain, ¿no es sino el reconocimiento de los pueblos antiguos a un panteón divino, procurando por su indulgencia y mercedes? Religión, en suma. Credo. Fe. Estos apóstoles laicos de Samain-Halloween y Contra-La-Navidad (otra festividad pagana, por cierto: Sol Invictus) te hacen creer que la calabaza vaciada, sea de plástico o no, el truco-o-trato y los disfraces a cual más hortera procede de cuando CUCHULAIN barría la herrería y más antiguo aún, si se presta. De la época de CONAN, coño. ¡Las peas que trincaban en VALUSIA esta noche! Halloween-Samain está rodeado de otra costra de consumismo, acaso más atenuada que la navideña, pero esas mentes preclaras hacen poderosos esfuerzos por negar todas estas evidencias.

Primero, su carácter religioso. ¡Ellos, los laicos, los ateos, festejando cosa sacra! ¡Anda ya! Segundo: su sesgo consumista (disfraces, calabazas de materiales varios, dulces). ¡Ellos, enemigos del capitalismo, fomentándolo! ¡Jamás! Pues, sí. Y no se les cae la cara de vergüenza, macho.

Claro, que sería injusto no repartir estopa a la parte diestra, estirpe del culo-veo, culo-quiero, a toda horterada-me apunto. Trabajé para uno del OPUS, que renegaba de Samain-Halloween como del dolor de muelas. Pero un año me llamó para decirme que sus hijos iban a disfrazarse porque era Halloween, ¡qué lindo! En fin: el mundo es así.

Deseo que quienes celebréis esta fiesta celta con sencillo espíritu destinado a divertirse únicamente, libres de tendencias ideológicas, lo hagáis A TOPE y pidiendo ¡MÁS ROCK AND ROLL! Bastantes palos nos arrean día-a-día como para, cuando surge un respiro, no poder darlo.

Vuestro Scriptor.