Open Universe para un personaje que cosquilleaba tu interés. Me duró poco el efecto, cuando de adolescente lo leí por primera vez. De adulto, se reafirmó la mala vibración causada entonces |
STEVE ENGLEHART y STEVE GAN podrán aducir cuanto
quieran sobre los orígenes de este personaje. Sobre todo, el primero, por ser el
guionista que tuvo la idea. Hacia dónde proyectar a PETER (JASON) QUILL,
hacerlo evolucionar, o involucionar, en qué peleas o amoríos meterlo, etc. (Gan
alguna cosa opinaría cuando repasaba los textos para plasmarlo en viñetas, digo
yo.) Que si era la Era de Acuario, que si Marvel
se expandía hacia el espacio (eso siempre lo ha tenido, una vocación cósmica
que arranca con LOS 4 FANTÁSTICOS), que
si saqueaban a H.G. WELLS o BRAM STOKER o MARY SHELLEY (de la mano de ROY
THOMAS, esto es) para darles “otra vida” a sus ideas en la piel de fulanos
como KILLRAVEN, por paradigma, que si la astrología era fundamental en la vida
de esta especie de vigilante policial cósmico... Mil cosas así. Lo cierto es
que, como sucediera con otros menganos de esa etapa (Killraven, DEATHLOK), una electrizante
idea, de alto voltaje y prometedoras perspectivas, fue desahuciándose sola
conforme apilaban páginas con sus aventuras.
Star-Lord es aburrido, pretencioso, apenas a lo
HEINLEIN como anunciaban en cierto momento, aunque tendiese a inspirarse en sus
novelas. El Nexus
de MIKE BARON fue mucho más afortunado. Obra quizás más intelectual y contenida
que Star-Lord, quien apareció cuatro
años antes, supo aprovechar sus recursos de mejor forma. (Quizás por eso de que
“bebía” de las fuentes del Río de PHILIP JOSÉ FARMER…) Nexus se beneficia de algo más: un equipo constante mantenía el
pulso de la serie. Star-Lord (y
quizás ahí subyazca su defecto) estuvo manoseado por varios tándems de autores,
los cuales tiraban de su pellejo en cualquier dirección que les pareciese
oportuna, o caprichosa.
Similar suerte corrieron Deathlok o Killraven. Por eso acabaron naufragando, encajando de secundarios en otras colecciones, incapaces de mantenerse longevos, no como Nexus. Por eso debes vigilar a tus creaciones, cuan hijos. Pueden acabar en malos barrios, con malas compañías, pese a haber nacido con las mejores intenciones y aspiraciones.