domingo, 2 de enero de 2022

IMAGINE SQUARE ABRE SUS PUERTAS — EN CUESTA DEL ROSARIO (SEVILLA)

 

Plano general orientativo. La elección de los
colores hace más sugerente al comercio

Congratula a la ciudad hispalense la ampliación de su oferta del coleccionismo de cómics y figuras la apertura de este joven, pujante y bien surtido comercio especializado situado en una zona tan céntrica (casi diría, emblemática) como conocida por los oriundos de la ciudad orillas al Guadalquivir.

La entrada, presidida por una maquinola de “aquellos años”, de cuando eran lo más, ya atrapa el interés del nostálgico que recuerde así sus años mozos. Este cebo llama la atención de las modernas generaciones volcadas a las tabletas, mostrándoles cómo nos entreteníamos con unas recreativas que parecen destinadas a algún museo. Puede parecerle prehistórica, ¡empero cómo se disfrutaban! Qué emoción despertaban.

Lo siguiente que saluda es el cálido color de los muestrarios de madera, cuya suave tonalidad invita a visitar el resto del salón, sintiéndote en una estancia familiar, repleto de figuras y artículos de coleccionismo, propuestas de lo más reciente.

Plano menos general, pero que recoge una sutil
instantánea de la maquinola. Ahí, a la izquierda.
Tras la puerta

Aunque hay truco; la aparente “pequeñez” de la tienda la amplía su planta baja, especializada en la historieta y libros, con lo cual los deseos de todo aficionado (esto ahora llamado freakies) quedan satisfechos en su plenitud. Y como su ubicación la deja a un paso de la reputada cervecería La Mina (donde espero sigan tirando la mejor cerveza de la ciudad), la ocasión invita a hacer una suculenta compra y comentarla mientras se degusta alguna cervecilla. (Lo cual lo mismo deriva estimulando más adquisiciones, porque cuando entras en una tienda tan bien surtida, siempre se te escapa algo que, no obstante, un acompañante sí ha visto; o, al comparar lo comprado, desear ampliar el contenido de tu bolsa.)

Deseamos prolongado y resonante éxito a esta iniciativa. Esto del TBO y el coleccionismo ya no es para cuatro raritos desnortados, sino que la disfruta una creciente y sibarita legión de interesados que aquí podrían finalizar algunas de sus búsquedas.