Tal vez este personaje de MIKE MIGNOLA sea el más simpático de todo el cómic. O, al menos, una parte de él. Hay algo en Hellboy, su mundano desprecio del peligro, cómo afronta los problemas de un modo directo y sin grandes estridencias, tan diferente de la épica mainstream habitual de los antiguos tebeos MARVEL (sobre todo, destacables por esos soliloquios de desquiciados y las posturitas que nadie pone realmente), que supone un respiro. Muchos lectores lo encuentran aburrido. No me lo parece.
Lo que más aprecio de Hellboy es que llegó a la historieta sin alharacas. Pensad en SPAWN, al cual se le designó para ser destroyer y mesías de una caduca producción del cómic, aureolándolo de un “puedo con todos y hasta con el apuntador”. Porque esa era la sensación que el tío desprendía. Todo quedó en una pretensión flatulenta y artificial que desinfló (y desilusionó) numerosas expectativas.
Hellboy… bueno, llegó, pegó y Mignola siguió surtiéndonos de aventuras apoyándose en un vasto compendio de mitos y leyendas que seguirán estremeciendo al mundo durante muchos siglos más aún. Sobre sus películas… Mejor lo dejamos para otro día.
No podía maltratar (de entrada) a Hellboy; le tengo respeto. (No como a Spawn; lo siento, Nacho.) Pero ha cometido un grave GRAVE error sobándole el culo a Terhli. La consideré una forma simpática de homenajearle con esta ilustración.
Vuestro Scriptor.
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