Este tema de STING es otro de mis
favoritos. Reconozco que tampoco me he esforzado en traducir su letra; prefiero
disfrutar de él tal cual, sin analizarlo, pues considero que entonces perdería su
magia.
Así que si yerro en este breve análisis, esa
es la razón. Pero he llegado a ‘intuir’ que lo que el ex líder de POLICE canta es un alegato contra el
rampante imperialismo nuclear yanqui, aludiendo a GEORGE BUSH, SR. y RONALD
REAGAN, figuras predominantes en la política mundial del momento.
Les recuerda que “los rusos también aman a sus hijos” y lamenta que Reagan emplee el
potente arsenal nuclear “en defensa” de Estados Unidos. De acuerdo: los rusos
también aman a sus hijos; los norteamericanos, ¿no? ¿Por qué no reprochar a los
rusos la amenaza de muerte atómica también? La URSS poseyó un imponente armamento
nuclear; a principios de Década 80 (recuerdo) se jactaba de tener cohetes capaces
de destruir el búnker más profundo posible. Y en esta bendita Europa de
izquierdas que negaba la existencia del Pacto de Varsovia y sus excesos
imperialistas-bélicos, nadie lo veía mal. ¡Oh, los pacifistas rojos!
Sting cayó en la facilona retórica
izquierdosa de achacar todo mal a Norteamérica, que no es ninguna santa,
conforme. Pero prefería ignorar, por hipócrita comodidad, la falta de libertad
de la URSS, donde no podría haber entonado esa canción sin terminar en algún gulag siberiano, y no hablo del plato
húngaro. Y eso no le parecía mal, ¿eh?
Vuestro Scriptor.
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