Me complace informar que, en muy corto
espacio de tiempo, SITIO DE CIENCIA FICCIÓN
ha destacado otro texto mío (Jinetes de Facebook — Sic transit gloria mundi est) en su
sección FIRMAS (técnicamente, la portada,
de ser una revista), lo cual me hacer sentir honrado, por supuesto, pues se
trata de una renovada muestra de confianza en la calidad de mi trabajo, ese
constante esfuerzo de crecimiento. Crear, buscando el progreso personal, el
legado, es algo a lo que todos/as deberíamos orientar nuestra existencia,
haciéndola, por tanto, útil.
Y no me refiero únicamente a escribir, o
pintar cuadros, o dibujar, aun a emprender impresionantes retos arquitectónicos,
o explorar el mundo, o las estrellas; la misma paternidad/maternidad es una
muestra del deseo de progresar que toda persona con algo dentro intenta
conseguir. Los padres transfieren algunos sueños a sus hijos. ¿No es usual el
sacrificio que hacen por alguno, o todos, de sus retoños, para que tenga(n) una
carrera universitaria, trabajo, posición social, mejor que la que ellos poseen
por avatares de la vida? (En el caso de mis padres, así ha sido.) Eso es
honroso. Meritorio. Digno. Produce admiración.
La otra vertiente de la vida, empero, es
sentarse sobre los truños propios y maldecir, como uno de esos sucios
anacoretas de la antigüedad gótica, al resto del mundo antes que admitir que la
deficiencia está en uno mismo (o una, que de todo hay) y reconocer falta de
impulso creador, o ambición, escondiéndose tras delirantes sofismas filosóficos
baratos para justificar una vergonzosa inacción.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/