¡Ya tenemos las primeras diez mil visitas!
(Confieso, en mi vanidad, que esperaba tener más, o haber llegado a esta cifra
mucho antes, a tenor de mi “reputación” en “la frontera”). Reconocidos estamos
por la participación y/o apoyo recibidos en los meses transcurridos desde que
inaugurara este blog. Se agradecería algún comentario más, de otros paseantes, aquí,
pero no voy a quejarme. Creo que esa época ha pasado.
Me he llevado la sorpresa de que los
blogs dedicados a mostrar el arte de un autor no tienen gran afluencia; imagino
que también contará el renombre de la firma. No soy tan conocido (y han
intentado robarme la oportunidad de serlo algo más) en los aspectos gráficos y
literarios (y cuesta competir con los magníficos restantes autores que muestran
su trabajo en la red, ese engañoso medio de comunicación-promoción —a menos que
sea una insustancial y deleznable red social, donde el apoyo o lealtad parece escaso
e inefable—), pero llegué a pensar que, diversificando mi labor, enseñando mi
faceta de dibujante, lograría ensanchar la diminuta brecha en la que me he
enquistado.
No; no ha sido así. Y, para colmo, en los
últimos tiempos se me ha ido la mano crítica en varias cuestiones. Sólo puedo
alegar en mi defensa que vivía un pequeño pero nocivo espejismo al que no
podía, por desgracia, tampoco sustraerme. Espero que en las siguientes semanas
logre reparar el posible daño efectuado.
Seguiré en mi línea crítica, pero encauzada
en los márgenes de los que nunca debió salir. Y espero seguir mejorando en ambos
aspectos de mi creatividad, para conseguir atraer a un mayor número de
visitantes a estos blogs y, entre ellos, alguien dispuesto en firme a apoyar mi
trabajo.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/