domingo, 26 de abril de 2020

SHAKESPEARE IN MISOGYNY

Afiche. Y yo que pretendía este blog se
dedicara a mi actividad gráfica... ¡y va la
desgraciada actualidad y lo impide!

La turbulencia socio-moral en torno al Feminismo que nos sacude deja un reguero de inquietudes que no podemos soslayar con un gesto despectivo; tampoco relativizarlo. Porque no se está valorando, ya, la igualdad, respeto y equiparación del “sexo débil” con el “fuerte”, sino que una corriente de violencia semántica, ideológica, y pronto, física, se adueña de las calles, la opinión y según qué mentes extraviadas, rencorosas, siniestras, que quieren explotar la coyuntura en su beneficio espurio.

Vi TRONO DE SANGRE el viernes (película inspirada en MACBETH, obra maldita para los tespianos, al parecer) y cuenta, sucintamente, cómo tienta su ambiciosa esposa a un fiel samurai a matar a su señor, para que ocupe su puesto, y luego gobernar, en escalada progresiva, todo Japón. Aprovechando el augurio de la visión del bosque bajo la tormenta, que prometía grandes honores a este samurai… y su desgracia. (La pitonisa del bosque actuaba como el ORÁCULO DE DELFOS: profetizaba algo empero de forma tan ambigua que podía ser tanto uno como lo otro. De este modo, siempre acertaba.)

Bien: volviendo a lo del primer párrafo: apreciando que es una ambiciosa mujer la que corrompe al noble guerrero (ofuscado por la predicción), ¿pueden las Feministas acusar a Shakespeare de machista, o misógino? Porque las cosas están así: cualquier cosa que arroje sombra sobre una mujer (como si no hubiera brujas, vaya; seguro conocéis alguna) ahora mismo es una agresión intolerable. Una marea de apalancadas y subvencionadas (que viven a costa de las trabajadoras a las que fingen “defender”) vocean hasta desgañitarse pidiendo ¡SANGRE!

Quieren prohibir CAPERUCITA ROJA; ¿no saldrá, por tanto, pronto ardiendo Shakespeare, tachado de machista-misógino (que lo somos todos, de un tiempo a esta parte)? Y quien dice Shakespeare… Rebusquen ustedes en la literatura. ¡Qué altas serán las piras erigidas por clásicos, o no tanto, de los libros a quemar! ¡Permitirán sólo esas mierdas “progresistas-paritarias” que quieren ahogar el vasto y antiguo legado literario (ergo, cultural) que procede desde, si no la era de las cavernas, el mismo HOMERO!

Este país está perdiendo el juicio a toda velocidad por culpa del Feminismo radical y una rencorosa “progresía” con peligrosas tendencias autoritarias