jueves, 19 de julio de 2012

EVOLUTION

La actual Terhli; tanto, ¡como de ayer mismo!
Aunque al comienzo de este blog admití que era un poco difícil trabajar con Terhli, sí reconozco que es ¡divertido! Y, poco a poco, empezamos a comprendernos. Ya puedo anticipar algunas de sus ideas y quizás hasta sus respuestas. Ya voy viendo qué bulle dentro de su cabeza, como me ocurre con JOE HORSEMAN o EL TANQUISTA, y las cosas que me cuenta oscilan entre lo esperpéntico y lo triste. ¡Qué aventuras!
Una fase de su vida (entre los quince años y hasta los diecinueve, o veinte), que confieso me tiene obsesionado, no es muy divertida. Bueno, esos años son bastante complicados para todos, pero según sea la naturaleza de la persona que te los cuenta parecen tener un relieve singular (y más Terhli, con esa intensa y abrasadora pasión por la vida, por experimentarlo —casi— todo y disfrutarlo —casi— todo, no sea que no haya mañana; bien presente tiene el memento mori, Terhli). Parece que la niña de los tacones afilados tuvo unas ingratas experiencias por entonces. Y creo que su posterior fijación por ser modelo (su faceta de antiheroína tiene que pagarla de algún modo, ¿no?) tiene bastante de revancha contra esa época y quienes se la oscurecieron.
Con dieciocho años, pensando que con esa apariencia podría vencer al
hosco mundo que la presionaba
Evolución lo demuestra; la Terhli de dieciocho años que aspiraba a… y la actual, con más experiencia y acero en la mirada y pedernal en el alma. La Spank Girl está formada, pero aún debe perfeccionarse más.
Vuestro Scriptor.