miércoles, 25 de julio de 2012

TERHLI — LOST AND FOUND/1



Creo que mi canción preferida es COWBOY DREAMS, la versión de PREFAB SPROUD. Ya comenté que, cuando dibujas, parte de tu cerebro funciona “en automático”, y vigila a veces la mano, el trazo, para que la imagen dentro de tu mente se plasme en el papel correctamente. En ocasiones, la mano obra por sí y descubres, con asombro, que su intuición mejora la impresión original, dando como resultado una ilustración más acabada que la concebida primero.
Bien; conforme dibujo voy oyendo esa música en pos del chute de sinestesia que me proyecte a los dorados campos de la imaginación que realce las líneas que trazo, y eso me permite prestar atención a estos temas. En particular, advertí que Cowboy dreams tiene dos partes. Si la escuchas (cosa que te recomiendo vivamente), apreciarás que, primero, narra efusiva el deseo de un joven por vivir aventuras del Viejo Oeste, con sus duelos y la búsqueda de la libertad en la galopada por las llanuras, así como tener un romance, bonito, limpio, aun ingenuo, con una chica “a la que robó su corazón”.
En la segunda parte, cambia la entonación de PADDY MCCALLUM, el cantante, y, tras repetir los deseos de aventura, el muchacho acaba hablando de su muerte, y suplica a su amada que, en su lápida, grabe “aquí yace el chico que robó tu corazón”. Cowboy dreams es una canción mágica, evocadora, romántica y triste, pues comprende que la fabulación en que queremos a menudo perdernos, huyendo de esta tiránica realidad, es demasiado débil, pese a su hechizo, para resistir ciertas verdades.
Quizás yo sea, en el fondo, un romántico, y este tema logra tocarme la fibra.
Por cierto, LAS GRAVES PLANICIES se titula así en honor a esta canción.
Vuestro Scriptor.