viernes, 13 de julio de 2012

WOLVERINE VS. TERHLI — RISE OF THE LESBIAN



Me repatea LOBEZNO. Estimo mucho más a LOBO. (O la parte del infame personaje en que era original, divertido, y SIMON BISLEY supo dimensionarlo. Luego, una política editorial equivocada lo explotó hasta causar hartazgo.) Los freakies están enamorados del patillas canadiense; le ven una mítica salvaje o no sé qué, como si fuera el modelo a imitar. Otra homofilia, como la que muchos sienten por CONAN, vaya.
Ven en ambos personajes al machista vengativo, fuerte, peleón, descarado y ladrón, el que rompe la pana y hace que los freakies como ellos, que les adoran, paguen las birras. A esos dos quisieran parecerse. En ese sentido, Lobo es más honesto; va a lo suyo, a romper cráneos y a embolingarse hasta diñarla, que luego resucita gracias a su biología czarniana. Lobo es más heavy metal. No quiere séquitos. Los exterminaría. No he conocido a muchos que estuviesen por su mítica. Pero sí a bastantes que se derretían con las garras ocultas de adamantium de Lobezno.
(Veréis, en psicología la analogía de la penetración es la cuchillada. Lobo usa un gancho -no sé qué símil psiquiátrico tiene eso-. Supongo que es también por eso que le prefiero, aunque evitaría estar en el mismo planeta que él.)
Ergo: por simpatía Terhli también odia a Lobezno. Y coñas aparte: creo que ambos, de conocerse, se despreciarían. Y lucharían. Este boceto refleja, y esto es cierto, un suceso que ocurrió en Década 90, cuando dos grupos de freakies, unos a favor de Lobezno, y otros de Lobo, se dieron leña, allá en los EE.UU.
Trágico.
Vuestro Scriptor.