¿Música? Por supuesto. Indispensable para hacer algo decente, como mínimo. Te haces yonqui de la sinestesia, droga natural que produce las maravillosas imágenes, relatos, composiciones, que admiras. Algunos/as prefieren llamarlo “la Musa”, pero si eres honesto, admites que todo sale de esas melodías que tanto te inspiran.
Durante el flipe, visitas los sitios que el lápiz (ciñámonos al lado gráfico) delinea sobre el papel. Son paisajes singularmente reales, y te abstraen de este mundo mugriento que nos está dando una paliza mala y de verdad hoy día. Llega un momento en que ODIAS abandonar aquello (aun siendo por completo consciente de su fantasía) para transitar nuestros polvorientos caminos de nuevo.
El libro de BURNE HOGARTH que debería ser la Biblia de todo dibujante. Me ha sido especialmente útil |
De vuelta a mi modesto estudio, para resaltaros lo importante de tener un un archivo fotográfico referencial (como veis, el mío es flipante) |
Una Terhli ‘cósmica’, con su martillo como cetro, y su donaire reclamando su heredad. ¿Quién quiere disputarle el trono?
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/